HEROIN CHIC: Cuando la moda convierte el TCA en canon
“Los estudios muestran que las chicas jóvenes experimentaban más desagrado hacia su cuerpo. La imagen de su cuerpo era significativamente más negativa después de ver imágenes de mujeres delgadas en los medios”. The effect of experimental presentation of thin media images on body satisfaction: A meta-analytic review (Int J Eat Disord)
El llamado «heroin chic» fue un estilo de moda popularizado en la década de los 90 que se caracterizaba por presentar rasgos muy demacrados como la piel pálida, ojeras, cabello débil y una extrema delgadez, y que iba asociado al consumo de drogas y los trastornos de la conducta alimentaria. Pese a que durante algunos años distintas estrellas impusieron este tipo de estética, como el ejemplo a seguir por miles de chicas, el incremento en la incidencia de los TCA y las drogodependencias surgidas a través de ella, ha traído como consecuencia numerosas voces críticas. Esta moda, no solo ha traído consigo un modelo de belleza inalcanzable, sino también multitud de problemas y complejos para las generaciones que crecieron en los 90. Es por esto que, ya entrados los 2000, esta moda fue desapareciendo y tomando fuerza la creciente inclusión de distintos cuerpos, tallas y tamaños en series, películas, libros, y todo tipo de obras audiovisuales.
Sin embargo, cuando ya todos celebrábamos la diversidad, el universo de la moda parece dar cien pasos hacia atrás. En el último par de años, el estilo heroin chic está resurgiendo con una fuerza distinta. Las pasarelas vuelven a mostrar mayoritariamente a modelos de talla 0, y la moda Y2K regresa con sus pantalones de talle bajo, transparencias, tops cortos y bikinis fruncidos. Además, el peligro de esta tendencia es incluso mayor ahora que entonces, ya que los niños y adolescentes tienen un acceso mucho mayor y menos controlado a cualquier tipo de contenido al respecto a través de las redes sociales.
¿Qué podemos hacer si nos encontramos con esto?
Es importante saber reconocer cuándo una persona está entrando en un patrón nocivo de comportamiento alimentario, o cuándo la influencia de Internet empiezan a hacer mella en su vida real, generando cambios en su comportamiento o en su estado de ánimo. De esta forma, se puede acudir a un equipo de profesionales especializados.