La lucha internacional contra los TCA pone el foco en la “gente real”
El viernes, 2 de junio, se conmemora el Día Internacional de la Lucha contra los Trastornos de Conducta Alimentaria (TCA), un grupo de “desórdenes psicológicos complejos y graves que conllevan alteraciones de la conducta alimentaria, y que suponen una preocupación excesiva por el peso, la imagen corporal y la alimentación”, señala Graciela Jugo, coordinadora del Hospital de Día de la Clínica Arbore.
Los TCA también “vienen acompañados de sufrimiento psicológico e inestabilidad emocional”, añade. Los trastornos de conducta alimentaria más conocidos son la anorexia nerviosa, la bulimia y el trastorno por atracón.
El lema de este año es “Gentereal. Recuperación real” (#RealPeopleRealRecovery) y se basa en tres aspectos: la recuperación duradera es posible y esperada; el tratamiento basado en la evidencia es esencial; y los gobiernos deben financiar y ofrecer servicios accesibles y de calidad, centros y profesionales capacitados y una respuesta oportuna.
Quizás uno de los servicios más demandados por los pacientes con TCA sea el hospital de día, un “recurso terapéutico más intensivo que permite abordar de forma integral todas las áreas de dificultad que presentan”, afirma la experta. “Se complementan terapias individuales con terapias de grupo y talleres, además del seguimiento académico”. Se realiza un trabajo multidisciplinar con psicología, nutrición, psiquiatría y terapia ocupacional, fundamentalmente, y cada uno de estos profesionales está presente en los distintos programas de tratamiento. También “es vital la coordinación de este equipo con otros profesionales y centros donde los pacientes ya tengan una vinculación, y los grupos terapéuticos reducidos permiten que la intervención sea más eficaz a nivel clínico”.
En relación con el ámbito estrictamente académico, “se hace una primera valoración con cada paciente, en función del momento del tratamiento en el que se encuentra, y se trabajan diferentes áreas: plan de estudio, organización de las asignaturas y estrategias de afrontamiento”, apunta Graciela Jugo. “En el caso de pacientes adolescentes, hay una estrecha coordinación con la persona responsable del centro académico y con el entorno familiar”. Como elemento de apoyo, el hospital de día cuenta con una sala de estudio dedicada al seguimiento académico, donde estos pacientes “pueden realizar sus actividades escolares y/o universitarias en un entorno seguro”.
La pandemia ha incrementado significativamente los casos de TCA y se ha observado una mayor gravedad en los mismos. Además, la edad de inicio “ha bajado hasta los once años”, según la experta. Esto hace necesario contar con más espacios de tratamiento especializado como la Clínica Arbore, que ofrece distintas alternativas terapéuticas, como el Programa para Pacientes de Larga Evolución, el tratamiento ambulatorio o su hospital de día, con 20 plazas. “Se realiza una sesión de valoración con uno o más profesionales del equipo, y se evalúa cada caso de forma particular y personalizada, indicándose finalmente la opción más adecuada”, explica.